Existen dos tipos de energía solar, la activa y la pasiva, a continuación, describimos ambas.
Dentro del ámbito de la energía solar activa, se pueden distinguir las siguientes formas:
Además de las formas mencionadas, también existe la energía solar pasiva, la cual se basa principalmente en la arquitectura bioclimática. Este enfoque arquitectónico tiene como objetivo el diseño de edificaciones que aprovechan de manera óptima la luz solar mediante la captación, almacenamiento y distribución de la energía proveniente del sol.
Los edificios diseñados según principios de arquitectura bioclimática están concebidos para rechazar el exceso de calor durante los meses de verano, lo cual contribuye a mantener un ambiente interior confortable y reduce la necesidad de utilizar sistemas de refrigeración convencionales.
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Referencias:
"El gran desafío de la humanidad para este siglo XXI es la lucha contra el cambio climático y transición necesaria hacia una economía basada en energías sostenibles, renovables y limpias."