Tanto la aerotermia como la biomasa (reconocidas como fuente energética renovable por la Directiva Europea 2009/28/CE) son dos sistemas de climatización basadas en energías limpias y de gran eficiencia energética. Dentro de las energías limpias renovables, la aerotermia y la biomasa son las que destacan por encima del resto debido a sus características, su rendimiento y su eficacia.
Aunque existen grandes diferencias entre ellas, tanto en relación a aspectos de puesta en marcha como de funcionamiento.
En lo que se refiere al mantenimiento, la aerotermia necesita un menor mantenimiento y es más limpio por lo que resulta una apuesta muy rentable mucho más limpio que en el caso de la biomasa.
Tanto la calefacción y el agua caliente sanitaria procedentes de la biomasa se obtienen de la quema de todos estos componentes en calderas especiales, por lo que es necesario un almacenamiento ya que el suministro de materia orgánica debe ser continuo para su correcto funcionamiento.
En lo que se refiere a eficiencia energética, las diferencias entre la aerotermia y la biomasa también existen claras diferencias situando por encima a la aerotermia gracias a su tecnología que utiliza una energía totalmente limpia y gratuita (entre un 70-80%) que es el aire (el resto residual se realiza con electricidad).
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Referencias:
"El gran desafío de la humanidad para este siglo XXI es la lucha contra el cambio climático y transición necesaria hacia una economía basada en energías sostenibles, renovables y limpias."