Se trata de una energía renovable, inagotable y no perjudicial para el entorno.
La energía solar fotovoltaica encuentra aplicaciones en una amplia variedad de sectores, como el autoconsumo, sistemas de calefacción o plantas de generación fotovoltaica.
La captación de energía solar se lleva a cabo mediante células fotoeléctricas, las cuales conforman los paneles fotovoltaicos y la transforman en energía solar térmica (a través de la temperatura) o energía solar fotovoltaica (mediante la luz).
La potencia generada por los paneles solares se cuantifica en kilovatios-pico (kWp). La eficiencia de una célula fotovoltaica se mide por su capacidad de convertir la luz solar en electricidad, con una eficiencia promedio del 15% aproximadamente.
En un mundo saturado de contaminación y con la imperiosa necesidad de fuentes de energía sostenibles, la energía solar fotovoltaica se posiciona como una opción sumamente relevante a considerar.
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Referencias:
"El gran desafío de la humanidad para este siglo XXI es la lucha contra el cambio climático y transición necesaria hacia una economía basada en energías sostenibles, renovables y limpias."