Mediante el empleo de una caldera de biomasa, es posible obtener calefacción y, si así se desea, agua caliente sanitaria o ACS.
La principal fortaleza que ofrece la calefacción utilizando biomasa reside en su carácter de fuente de energía alternativa, la cual no es contaminante y se presenta altamente competitiva.
A pesar de que el material más frecuentemente utilizado es la madera, la cual puede adoptar la forma de pellets, serrín, astillas o restos, la materia prima para la biomasa se encuentra presente en residuos forestales, provenientes de la limpieza de montes; residuos agrícolas, como las podas de los cultivos; residuos agroalimentarios, que consisten en subproductos y residuos generados por la industria alimentaria y ganadera; y, aunque pueda parecer sorprendente, incluso en los desechos generados en las ciudades.
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Referencias:
"El gran desafío de la humanidad para este siglo XXI es la lucha contra el cambio climático y transición necesaria hacia una economía basada en energías sostenibles, renovables y limpias."