La energía solar térmica tiene la capacidad de absorber la energía solar para transformarla en calor, en cambio, la energía solar fotovoltaica tiene la capacidad de transformar la energía para convertirla en electricidad.
La energía solar térmica se utiliza en la mayoría de los casos para calentar el agua sanitaria y para la climatización de casas o edificios, en cambio, y la energía solar fotovoltaica se utiliza para el autoconsumo eléctrico de instalaciones (vivienda, edificios, industrias, etc.)
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Referencias:
"El gran desafío de la humanidad para este siglo XXI es la lucha contra el cambio climático y transición necesaria hacia una economía basada en energías sostenibles, renovables y limpias."